La hidrólisis en detalle
El almidón de la avena se debe disolver para hidrolizarlo enzimáticamente y, por lo tanto, definir la dulzura y la consistencia del producto final: la mezcla primero se vuelve viscosa, como cuando se prepara un pudín o se usan espesantes al cocinar. Al utilizar diferentes enzimas, el almidón aglutinado luego se licúa y se sacarifica, lo que a su vez garantiza que el producto final tenga un equilibrio definido de dulzura, textura en boca y rendimiento. De esta manera, el sabor dulce de la bebida a base de avena terminada puede ser modificado, por completo, sin tener que añadir azúcar artificial.