En su opinión, ¿qué piensan los consumidores de los llamados nuevos alimentos o New Food, es decir, bebidas y alimentos producidos con métodos alternativos?
La gente es cada vez más consciente de que la producción convencional de alimentos es la responsable de alrededor de un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y, por tanto, de gran parte del cambio climático. Por ello, cada vez más consumidores se plantean cómo contrarrestar esta situación en sus compras del día a día.
Pero si nos fijamos en los productos y la demanda actuales, ya se ha hecho mucho: originariamente existía un solo tipo de leche, ahora existen muchas alternativas. Lo mismo ocurre con la carne y los numerosos productos sustitutivos. Y sin duda pasarán muchas cosas en el futuro.
Esa es la clave: sí, han pasado y pasarán muchas cosas. Pero no creo que veamos muchas innovaciones alimentarias en los supermercados en los próximos dos o tres años, porque la investigación, el desarrollo y el proceso de homologación toman naturalmente mucho tiempo. Más bien creo que tenemos que hablar de saltos de innovación. Pero, en mi opinión, este componente temporal está condicionado por el grupo destinatario: y es que, a mayor concienciación sobre la nutrición y el origen de los alimentos, mayor será el interés y la apertura a nuevos tipos de alimentos. Es decir: el futuro allanará el camino del mercado, también por la parte del consumidor.