Después de su matrimonio con la hija del propietario del castillo en la década de los años 1980, Dr. Erich Prinz von Lobkowicz descubrió su amor por la cervecería, que en aquel entonces era bastante pequeña y no estaba precisamente en buen estado. Poco a poco, modernizó la producción en el complejo arquitectónico en estilo modernista de la cervecería, que ha conservado su encanto de una cervecería campestre hasta el día de hoy. La tradición se aprecia en cada esquina. Desde 2008, cuenta con el apoyo de Josef Kronast, director técnico y primer maestro cervecero, el cual es el responsable de la producción. “Empezamos siendo muy pequeños y poco a poco nos hemos modernizado tecnológicamente y hemos aumentado las ventas”, nos comenta. “Desde que trabajo aquí, estamos siempre construyendo y mejorando algo”. La bodega de fermentación y de guarda ha sido modernizada y ampliada repetidamente con tanques instalados al cubierto. La sala de cocción de acero inoxidable de 180 hectolitros, la cual funciona desde hace 45 años, todavía está en uso. En aquel entonces fue dimensionada tan grande de tal manera que pudiera hacer frente a los aumentos de ventas de las últimas décadas. “Desde los años 1990, hemos podido ganar una posición fuerte en el mercado centrándonos en la calidad de nuestros productos y llevando a cabo las inversiones que no se habían hecho en el pasado”, explica el príncipe Peter Prinz von Lobkowicz.
Desde que trabajo aquí, estamos siempre construyendo y mejorando algo. Josef KronastDirector técnico y primer maestro cervecero