En materia de consumo de agua en la producción de bebidas hay mucho, o más bien, poco, informa Norbert Ottmann, asesor de sostenibilidad de Krones: “Nuestros clientes más ambiciosos del sector de las bebidas carbonatadas están fijando unos objetivos de consumo de 1,3 o incluso de 1,1 litros por litro de bebida producida”. Esta cifra ya contempla el litro escaso que entra en el producto mismo. Esto a su vez significa que el consumo de agua está extremadamente ajustado para la partida de agua que está presupuestada para la línea.
En la actualidad, el consumo promedio de agua de las empresas fabricantes de bebidas sigue estando muy por encima de estos objetivos de “best in class”. Aunque el abastecimiento de agua siempre ha desempeñado un papel relevante en algunas regiones, la mayoría de las empresas se han centrado sobre todo en la demanda energética. Pero eso está cambiando. Por ejemplo, la Beverage Industry Environmental Roundtable (BIER), una organización de 17 consorcios internacionales fabricantes de bebidas, recoge en su último estudio comparativo que sus miembros se centran cada vez más en el aprovechamiento eficiente y sostenible del agua.