Andri Þór Guðmundsson es el director ejecutivo de una de las empresas más antiguas y grandes de Islandia. Ölgerðin Egill Skallagrímsson fue fundada en 1913 y su primer producto, la bebida dulce de malta Egils Maltextrakt, sigue siendo muy popular en Islandia. Ni siquiera la etiqueta ha sido cambiada. “La bebida hace parte de la historia de Islandia”, sonríe Andri. Y lo mismo se puede decir también de toda la empresa. En mayo Ölgerðin comenzó a cotizar en la bolsa, y el director ejecutivo explica cuáles fueron las razones, a parte de las consideraciones empresariales: “Siempre he pensado que una empresa tan grande y antigua con raíces islandesas tan arraigadas debería pertenecer también a la población”.
“Ölgerðin” significa en islandés “la cervecería”, pero la oferta del fabricante de bebidas va mucho más allá de la cerveza. El surtido de productos abarca desde la cerveza, pasando por agua sin gas, alcopops y una amplia variedad de bebidas refrescantes sin alcohol y de tendencias nuevas, hasta licores. Además de numerosas marcas propias como Gull, Borg, Appelsin o Brio, Ölgerðin es licenciatario y embotellador por encargo de marcas internacionales de cerveza y otras bebidas. En 2010 fue fundada la Microbrewery Borg Brew House. “Islandia legalizó la cerveza recién en 1989. Hasta entonces, la cerveza alcohólica solo era producida para su venta en tiendas duty-free. Islandia tenía mucha sed en términos de cultura cervecera y la Brew House fue el campo de juego y experimentación de nuestros maestros cerveceros”, explica Andri. Otras divisiones de negocio incluyen la importación y representación de muchas marcas internacionales de alimentos y cosméticos.