Steinecker presentó por primera vez su proyecto de desarrollo Phoenix BMC a mediados de 2022, con el que se pretende reciclar para la reutilización y aprovechar energéticamente los residuos obtenidos de la producción cervecera. En la fábrica de cerveza de Ustersbach se está llevando a cabo actualmente un proyecto piloto de este tipo. El primer módulo ya se ha puesto en marcha con éxito.
En Phoenix BMC, Steinecker aprovecha los residuos que se desechan en una fábrica de cerveza para extraer de ellos valiosas materias primas. Las proteínas y los abonos minerales extraídos pueden destinarse a su venta posterior, y el agua del proceso podrá utilizarse para la producción dentro de la propia empresa. También se produce biogás, que podrá ser empleado para operar una unidad de cogeneración de energía para la cervecería.
En el primer módulo, se obtiene una solución proteica líquida a partir de bagazo, malta en polvo y levadura, denominada hidrolizado proteico. Para ello, Steinecker instaló, entre otras cosas, un molino coloidal y un filtro de membrana para la templa. “Como nunca habíamos trabajado antes con estos dos componentes, tuvimos que familiarizarnos previamente con esta tecnología. Pero lo conseguimos tras varias series de ensayos”, afirma Dr. Ralph Schneid, quien dirige el desarrollo de productos en Steinecker. Esto se debe a que Steinecker no solo fue capaz de alcanzar los indicadores clave de rendimiento o KPIs previstos durante la planificación, sino que a menudo incluso los superó: “La calidad del hidrolizado es muy buena, tenemos el 55 por ciento de los aminoácidos como ácidos esenciales”, resume Schneid.
Comparando los costes de la inversión y los beneficios resulta una cifra respetable. Ya en el tercer año después de la puesta en marcha se amortiza el primer módulo de Phoenix BMC.* Esto se debe a la calidad sobresaliente del hidrolizado obtenido con un 55 por ciento de los aminoácidos como ácidos esenciales.
* Con una producción de 750.000 hl/añoLa alta calidad de esta proteína contempla su utilización en diversos ámbitos de la industria alimentaria. Puede tener múltiples usos y dependerá directamente de los componentes presentes en la proteína. En este contexto, sin embargo, parece que Steinecker y la fábrica de cerveza puedan tener alguna influencia: “Los primeros resultados demuestran que la composición de los aminoácidos puede verse influenciada por la proporción de mezcla de bagazo y levadura, por las enzimas y por los parámetros utilizados en el proceso. Sin embargo, aún estamos consolidando estos hallazgos”, afirma el Dr. Ralph Schneid. Y, sin embargo, ya se han iniciado las primeras conversaciones con empresas interesadas del sector de la alimentación alternativa.
Sin embargo, aunque el primer módulo ya se ha puesto en marcha con éxito, esto no significa que el equipo de desarrollo de Phoenix esté tranquilo: “En Ustersbach acaba de comenzar la instalación del módulo 2, que liberará el nitrógeno restante en un proceso de fermentación por acidificación y lo separará de la biomasa mediante un intercambiador de iones”, explica Dr. Ralph Schneid. El resultado final será un abono mineral líquido y, por tanto, otra valiosa materia prima que se obtiene a partir de residuos cerveceros que de otro modo sobrarían y que luego podrían destinarse a la agricultura.
