Estudios, formación profesional, maestría, permanentes cursos de perfeccionamiento… Hoy en día, las opciones de capacitación y de ascenso profesional son infinitas. Además, muchas empresas buscan más que nunca personas con un oficio. Y también se puede disfrutar mucho ejerciendo en esos oficios, como demuestra Tanja Jurasch. Como técnica en mecatrónica se dedica a montar etiquetadoras para Krones y le encanta su trabajo. “Siempre quise trabajar en algo manual. Al principio también sopesé la opción de la carpintería, pero luego pensé que un técnico en mecatrónica es básicamente lo mismo, pero que trabaja el metal”, explica. Así que hace unos diez años, después de terminar la enseñanza secundaria, realizó la formación profesional correspondiente.
La escuela y el trabajo de oficina no son para ella
En los años siguientes, le preguntaron repetidamente si quería continuar promocionándose, al fin y al cabo, “tenía lo que tenía que tener”. Pero Tanja Jurasch decidió conscientemente no hacerlo. “Estoy plenamente satisfecha con mi trabajo, me encanta trabajar con las manos y no quiero dejarlo. Tampoco me ha gustado nunca ir a la escuela. Y siempre digo que, si hubiera querido trabajar en una oficina, me habría hecho oficinista”, ríe. Prefiero la práctica a la teoría.