Magdalena, nacida en Polonia, trabajaba en una fábrica de cerveza en Gran Canaria cuando entró en contacto por primera vez con Krones. “Mis primeros pasos por las naves y oficinas de Krones fueron desde la perspectiva del cliente, cuando visitaba Krones para mi empleador de entonces”, dice Magdalena Demczuk esbozando una sonrisa. Le gustaba su trabajo, pero en aquel momento ya estaba planeando mudarse de Gran Canaria a la península y buscaba nuevos retos profesionales. Un empleado de Krones Ibérica, que en aquel momento colaboraba con Demczuk en el proyecto de la cervecería, le insinuó que enviara su currículum. “Me dijo que tenían muchos clientes en España, fabricantes de bebidas, cerveceras... y que quizá estuvieran buscando a alguien. Pero entonces me llamó Krones directamente”, ríe. En 2016 aceptó el puesto de gestora de proyectos en el departamento de asistencia técnica y se trasladó a Barcelona.
Magdalena Demczuk, jefa de proyecto en el servicio postventa de Krones, lleva casi diez años viviendo su sueño: trabajar y residir en un lugar donde otros van de vacaciones. Aunque nació en Polonia, ha encontrado un nuevo hogar en Barcelona, donde disfruta de una próspera carrera en Krones Ibérica.
En España todo es mucho más relajado
España la cautivó desde muy joven. Magdalena Demczuk vivió y estudió en Polonia, pero su último año de ingeniería industrial lo cursó en Valencia en el marco del programa de intercambio Erasmus y no tardó en darse cuenta de que “¡España es para mí!” A día de hoy, no se ha arrepentido de su decisión. “Creo que vivir aquí es exactamente como uno se lo imagina. A veces, si tengo tiempo, voy a la playa después de trabajar. Pero como muy tarde, el fin de semana, es posible disfrutar de las cosas por las que los turistas vienen aquí”, afirma esta mujer de 35 años. Le gusta la cultura española, la apertura de la gente, que siempre haya algo por descubrir. “La gente disfruta de la vida aquí sobre todo al aire libre, lo que por supuesto hay que agradecérselo al clima; y esto es algo que yo aprecio mucho”.
Esta jefa de proyecto no tardó en acostumbrarse a la cultura de trabajo española. “Los alemanes y los polacos suelen estar mejor organizados, pero aquí se es más flexible”, sonríe. “Muchos españoles se toman la jornada laboral con más calma, les gusta tomar un café o charlar, lo que puede alargar la jornada laboral. Pero el balance work-life funciona”.
No supone ningún inconveniente trabajar en un proyecto de construcción siendo mujer
Su tarea consiste en ser el eslabón entre Krones y el cliente. “Esto incluye, por ejemplo, la reunión inicial, la comunicación con los clientes, la organización de técnicos y expertos, la definición de plazos, así como todas las tramitaciones relacionadas con la posventa y las reclamaciones”. Aproximadamente la mitad de su tiempo lo pasa en la oficina y la otra mitad viajando, es decir, visitando a los clientes. Como también le gusta viajar en su vida privada, aprecia especialmente poder conocer muchos lugares diferentes. “En realidad viajo por toda España y Portugal. Si fuera por mí, también viajaría a otros países y continentes para Krones, pero en Barcelona somos los principales responsables de esta área”, explica Demczuk con una sonrisa. Además de polaco, inglés y español, también está aprendiendo alemán. Esto puede ser útil cuando en los proyectos intervienen compañeras y compañeros alemanes. “La mayoría de ellos también hablan inglés, pero pueden darte más información en alemán. A mí también me falta un poco de práctica al hablar, pero entiendo muchas cosas. Así que, si alguien criticara, yo me daría cuenta”, ríe.
Pero eso no le preocupaba en absoluto. La interacción es siempre respetuosa y armoniosa. Aunque es una mujer en un sector dominado por hombres, nunca ha tenido malas experiencias. “A lo largo de los años, he tenido muchos encuentros de trabajo estupendos con personas de edades muy diversas. Trabajo tanto con personas que inician su carrera profesional como con directivos experimentados. Siempre es bueno tener perspectivas diferentes, al margen de la edad o el sexo. Y al final, te alegras de que el proyecto haya tenido éxito y de haberlo gestionado juntos”, dice Demczuk. Esto es precisamente lo que más le gusta de su trabajo diario: Conoces a gente nueva todo el tiempo.
De compañeros de trabajo a amigos
Algunas personas que conoció en el trabajo se han convertido en sus amigos. En los grandes proyectos, las personas involucradas suelen verse con regularidad durante un período prolongado, lo que facilita que se conozcan mejor. “Si te llevas bien con alguien, te gusta mantener el contacto después de concluir un proyecto”. A través de Krones ha hecho muy buenas migas en muchas partes del mundo, amistades que gusta cultivar en cuanto llega al lugar.
Este año, esta mujer de 35 años tiene previsto viajar a Norteamérica y Sudamérica. Aunque ya viaja mucho por trabajo, también aprovecha las vacaciones para explorar el mundo. Lo que más le atrae es la naturaleza. “Me encanta Barcelona, pero el paisaje urbano de aquí es bastante árido, ¡a veces añoro lo verde y las montañas!”. Y tampoco en lo profesional ha satisfecho aún su deseo de más: “Cuantos más retos me plantean, más motivada estoy”, sonríe. Pronto querrá emprender proyectos cada vez mayores. “Y quizá gestionar una línea completa, de principio a fin”.