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    ¿Plásticos y sostenibilidad? Por qué y cómo hacerlo posible

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    Los envases y embalajes son el blanco de muchas críticas, especialmente si son de plástico. En realidad, ningún material es tan práctico y relevante en cuestión de protección, transporte y consumo de bebidas y otros productos como el plástico; pero es evidente que han aparecido sombras en el horizonte del futuro de este material debido al problema global que suponen sus residuos y a la creciente escasez de recursos naturales.

    También en Krones es inevitable tener que lidiar con este tema. Por un lado, porque generamos una parte considerable de nuestro volumen de facturación gracias a maquinarias y servicios destinados a las líneas de PET y por otro lado, porque somos una compañía profundamente comprometida con la sostenibilidad en la explotación de los recursos.

    Lo que tenemos claro es que en el futuro será indispensable tener que cambiar radicalmente la manera en la que la humanidad gestiona los medios de envase y embalaje y los materiales, para alejarnos del consumo de recursos naturales y encaminarnos hacia una economía del reciclaje de ciclo cerrado. Sin embargo, estamos firmemente convencidos de que el futuro del PET y de otros plásticos de envase y embalaje puede ser ecológico. ¿Por qué? Pues porque en la actualidad ya disponemos de tecnologías que hacen que el uso sostenible de estos materiales sea extremadamente simple y, sobre todo, rentable.

    Producir nuevos productos a partir de desechos

    Mediante los diferentes enfoques presentamos los pros y los contras de los materiales plásticos:

    Enfoque 1: ¿Por qué los plásticos?

    No es una coincidencia que los plásticos se hayan impuesto en todo el mundo como material de envase y embalaje. Y es que los plásticos poseen unas propiedades que los hacen insuperables.

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    El plástico más importante para nuestro sector sigue siendo el PET. Según Euromonitor, en 2018 se produjeron 573.000 millones de envases de PET para bebidas.

    Ligero y resistente

    Aunque los envases de plástico solo pesan unos gramos, son extremadamente fuertes y resistentes. La pared de los envases de PET para bebidas, por ejemplo, presenta un espesor de unas décimas de milímetro. No obstante, puede soportar todo tipo de cargas, golpes y tensiones tanto durante la producción como durante el transporte. Si se nos escapa de las manos una botella de PET al abrirla o se cae un palet entero de la carretilla elevadora, los envases en sí y su contenido permanecerán intactos, a diferencia de las botellas de vidrio.

    Libremente moldeable

    Los materiales de envase y embalaje como el PET, el PE y el PP se denominan «termoplásticos». Poseen la cualidad de fundirse cuando se calientan y de endurecerse cuando se enfrían. Los plásticos pueden adoptar pues cualquier forma imaginable, no solo una vez, sino tantas veces como se desee. Esto significa que, con los plásticos, los productores de bebidas y alimentos pueden crear una infinita variedad de envases que, una vez consumidos y reciclados, pueden volver a moldear.

    Económico y seguro

    Los plásticos para envases y embalajes como el PET pueden ser fabricados de forma muy eficiente. Esto no solo repercute positivamente en los costes de producción, sino también en el precio de venta del producto final. Al mismo tiempo, protegen los productos sensibles como las bebidas, los alimentos y las medicinas contra el oxígeno, los gérmenes y otras influencias perjudiciales. Esto atañe especialmente al agua envasada. A los consumidores de los países desarrollados el plástico podría parecerles un lujo innecesario. Pero para las personas que no gozan de una sólida infraestructura y de un suministro local de agua potable o alimentos, no disponer de agua o alimentos envasados podría suponerle, literalmente, un peligro para su existencia.

    Enfoque 2: Plásticos, ¿desecho o recurso valioso?

    ¿Usarlo y tirarlo sin más? Por supuesto que no: los plásticos de alta calidad como el PET pueden ser reciclados infinidad de veces. Krones dispone de la tecnología necesaria para ello.

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    Incluso los envases no retornables se convierten, después de su uso, en un valioso recurso. Este es el caso de las botellas de bebidas. Las botellas de plástico no retornables suelen estar hechas de plástico PET de alta calidad. A condición de que el PET haya sido separado de los demás residuos de manera correcta, puede ser reciclado infinidad de veces utilizando, por ejemplo, la tecnología MetaPure de Krones.

    La tecnología ya estaba disponible hace tiempo, ¡vamos a aplicarla! 

    Entonces, ¿por qué termina tanto plástico en el medio ambiente? ¿Por qué no se aprovecha más? La respuesta es muy simple: porque para ello se necesita de entrada una infraestructura adecuada. Y eso es precisamente lo que falta aún en muchos países.
    Un sistema nacional de gestión de desechos que ofrezca a todos los hogares la posibilidad de desechar regularmente los residuos. Lo que los habitantes de la mayoría de los países industrializados consideran una obviedad, en otras partes del mundo es sofisticación. Se estima que alrededor de tres mil millones de personas en el mundo todavía no tienen posibilidad de desechar los residuos de manera controlada. Ante la urgencia de este problema, cada vez más organizaciones y estados están trabajando en la implantación y ampliación de un sistema de reciclaje a nivel regional. Las ventajas ecológicas no son el único incentivo. Como subraya, por ejemplo, la fundación sin fines de lucro Ellen MacArthur, un sistema de reciclaje de materias primas también puede aportar ventajas económicas a los productores y consumidores. La creciente demanda de plantas de reciclaje de Krones, que a menudo procede de los mercados emergentes, es un claro indicio de ello. El enorme potencial que ofrecía la tecnología de reciclaje se detectó hace ya mucho tiempo. Ahora toca llevarla a la práctica.

    Datos y cifras

    • Cada año se reciclan entre 150.000 y 200.000 toneladas de botellas de PET en las líneas MetaPure de Krones.
    • La fundación Ellen MacArthur estima que el valor de los residuos plásticos no utilizados oscila actualmente entre los 80 y los 120 mil millones de dólares por año.

    ¿Qué pasa con estos residuos? Casi el 40 por ciento de los residuos plásticos recogidos en la UE se incineran para la generación de energía. Por supuesto que recuperar energía es un concepto más sostenible que deponer los residuos no aprovechados en vertederos. Sin embargo, lo ideal sería que, tras su clasificación, los materiales terminaran en procesos de reciclaje cerrados.

    Aprovechamiento de los residuos plásticos en los estados miembros de la UE

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