La pregunta: «¿Será este el camino correcto a una empresa embotelladora de aguas?», es la que se hacen todos al viajar desde Rosenheim hasta la pequeña aldea Bad Leonhardspfunzen, ubicada en una reserva natural entre el lago Chiemsee y el río Inn. Porque la carretera es demasiado angosta para el tránsito de camiones. Al borde de la carretera aparece una capilla pequeña y delante de ella cae un chorro de agua en un brocal de un pozo en piedra. Dicha agua proviene del manantial de San Leonardo y cuando llegamos, vemos a dos visitantes llenando sus bidones.