Más higiénico, mayor vida útil y ampliable
La tasa de recuperación de la planta, es decir la cantidad de agua realmente utilizable es del 99,5 por ciento. Debido a que la temperatura del agua cruda oscila entre 8 hasta 14 grados Celsius y por lo tanto, no hay que temer un crecimiento microbiológico, no se requiere una sanitización habitual con agua caliente.
El consumo de energía de la planta también es bajo. «Estamos certificados según la norma de gestión de energía DIN ISO 50001. Por eso, nuestra máxima prioridad es una alta eficiencia energética. Y la Hydronomic la cumple ya que solamente la bomba del lavado en contracorriente consume energía adicional apreciable», resalta el jefe de la planta Markus Schmitz. «Por la inyección de oxígeno a través de inyector Venturi se elimina el tanque de aire comprimido, y así no hay pérdida de presión. Debido a ello se necesita un compresor mucho más pequeño en comparación con la eliminación convencional de hierro mediante inyección de aire. Pienso que Krones ya ha sido sensibilizado por la industria de bebidas a consumir energía lo menos posible», nos comenta.
También la posibilidad de una posterior ampliación de la Hydronomic fue un criterio importante en la adjudicación del pedido. La construcción modular permite en general por un lado, una ampliación sencilla mediante la adición de otro tanque de medios de filtración. Por otro lado, la planta en Daibersdorf también está preparada para instalar un filtro de carbón activo Hydronomic GAC, «en caso de que fuese necesario en un futuro para la calidad del agua», comenta Markus Schmitz. «Como sabemos, el agua destinada al consumo humano es el alimento mejor controlado», agrega con orgullo.
«Queremos asegurar para nuestros ciudadanos a largo plazo el suministro de la mejor agua posible y con la máxima calidad e higiene. Porque tenemos que garantizar elevados estándares de higiene en hospitales y escuelas. También la larga vida útil de la planta es determinante, hablamos acá de un marco de tiempo de 40 a 50 años. Krones estaba en condiciones de ofrecer esto, tal como es usual en la industria de bebidas», explica satisfecho Armin Grassinger. Y el alcalde de Gottfrieding, Gerald Rost, puede asegurarles a sus conciudadanos con la conciencia tranquila: «Hemos establecido buenas bases de suministro. Y ya no tenemos sedimentaciones detectables de hierro y manganeso en las tuberías de nuestros municipios».
Pienso que Krones ya ha sido sensibilizado por la industria de bebidas a consumir energía lo menos posible.
Markus SchmitzDirector de planta