Este vino se comercializa en botellas de vidrio desde el siglo XVII. Aunque los primeros envases eran negros, a lo largo de los siglos fueron llegando otros colores, como el verde y el marrón. Y la forma de las botellas también cambió. Hoy en día existen diferentes diseños, que a menudo son símbolo de una región o de un tipo de vino en particular. Por ejemplo, la Bocksbeutel de Franconia, las botellas de Borgoña, la botella de cuello alto o de mazo y el formato más conocido y utilizado: la botella de Bordeaux.
En el marco de su tesis de licenciatura en Krones, Cornelia Braun, estudiante de la Escuela Técnica Superior de Ingolstadt, se centró en la cuestión de cómo transportar mejor y de forma más sostenible las botellas de vino. Su solución: utilizando el PET. Mario Casper, experto de Krones para el diseño de envases de PET, que asistió a Cornelia Braun en su tesis de licenciatura, describe así la situación del mercado: “Lo que en Alemania sigue suscitando escepticismo, ya se ha convertido en norma en otros países como, por ejemplo, en Francia, España e Italia. En los supermercados de estos países ya se vende vino en botellas de PET”.