Para el agua embotellada en Arabia Saudita se prevé un crecimiento orgánico anual de algo menos del 9 por ciento para el 2025. La demanda también se ve impulsada, entre otras cosas, por el cambio hacia el envasado en botellas de PET en grandes cantidades. Aunque el mercado se caracteriza por una fuerte competencia, el mercado también es abierto y permite nuevos desarrollos.
Una incorporación reciente ha sido la Jasmine Water and Beverages Factory (JWBF). Detrás de su empresa matriz se encuentra una respetada familia saudí dedicada principalmente al sector inmobiliario, la agricultura y las inversiones en general. Su objetivo es redefinir el negocio del agua embotellada en la región y explotar una fábrica respetuosa con el medio ambiente. En la fábrica el agua pasa directamente de los pozos a las botellas en menos de una hora, por lo que no es necesario almacenarla y no se utiliza cloro en el procesamiento del producto.